viernes, 27 de agosto de 2010

UN CUENTO DE VIKINGOS

Hola niños,
Os voy a contar un cuento de vikingos, prestad mucha atención porque es una historia real de dos guerreros que se fueron a otras tierras para cumplir un sueño.
Quien sabe si algún día vosotros se lo podéis contar a otros, ojalá que si.
CAPITULO I. Introducción
Los guerreros ilde (escudo 1077) y Pablo (armadura 1520) se fueron a las tierras del norte de Europa, no para ganar una guerra, sino para cumplir un sueño...ser FINISHER!!!
Allí se encontraron con un clima hostil, la lluvia era constante y la temperatura casi 15grados inferior a la acostumbrada en su tierra de origen, aun así, las gentes son amables y te hacen sentir bien.
Los días antes del enfrentamiento pasan rápido, la feria del corredor (gran escaparate para comprar prendas y artilugios que servirán en la batalla) y posteriormente la pasta-party (donde se reúnen los luchadores para compartir historias) te transportan al sábado, día en el que deben dejar bajo la lluvia las monturas y aperos para la batalla ciclista y pedestre.
CAPITULO II. El día del combate.
El día del combate amanece lluvioso aunque eso no apaga las ganas de batalla, allí casi dos mil valientes, firmes frente al mar, embutidos en sus armaduras de goma y mirada perdida buscando un no se que, harán honor a sus duros entrenos para derrotar sus miedos.
El guerrero ilde sale a escena diez minutos antes que su compañero mas joven... son caprichos de los dioses.
CAPITULO III. La batalla naval.
La primera de las batallas dura poco mas de una hora, después de los primeros golpes se hace la calma y la travesía se hace placentera en un mar nada transparente, todavía bajo las gotas de la lluvia e intentando encontrar un lugar donde escapar de lo que hasta ahora ha sido su piel en el medio acuático, sale entre los cuarenta guerreros mas fuertes de su categoría y con las fuerzas intactas para la batalla mas larga, los ciento ochenta kilómetros de duro pedaleo.
CAPITULO IV. Una batalla al galope.
El primer contratiempo llega antes de subir a su montura en forma de pinchazo, los nervios se apoderan de un guerrero ya curtido en estas lides, cual será el motivo? La rueda trasera no sale e impide ser reparada.
Solucionado el problema, este guerrero se encuentra sin mas opciones de reparar otro pinchazo, no habrá una oportunidad mas en caso de otro pinchazo.
Ahora, se dispone a inspeccionar las tierras norteñas, la velocidad de la marcha se incrementa con el paso de los kilómetros y los alimentos no faltan en su camino, los paisajes invitan a la conquista de estas tierras, los verdes prados y sus casas no son escasas.
Al final de su camino, se encuentra con la gran urbe "Copenhague" saciado de comida y con las fuerzas aun intactas mira su cuaderno de viaje (velocímetro) este le muestra que ha viajado durante cinco horas y cuarenta minutos para cubrir ciento setenta y cinco kilómetros, seguramente éste viejo cuaderno este equivocado.
Entre la alegría de sus habitantes se da cuenta que aun no aparecen secuelas de la batalla y el punto débil que tiene (su cadera) parece no despertar y seguir en su placido sueño.
CAPITULO V. La gran marcha a pie.
Tras una breve estancia en una posada (boxes) para cambiar de ropa inicia la marcha para continuar la batalla, esta vez a pie.
La marcha se hace tranquila y aunque aun no hay heridas de guerra seguro que aparecerán.
La primera alegría esta aproximadamente en el primer kilometro, y aunque los ánimos de los habitantes del norte son de agradecer destacan los de dos chicas sureñas, esperando y animando mas fuerte que todos ellos.
Ellas son Montse y Nuria, se les ve bien y muy animadas... cosa nada de extrañar, ya que hay mas guerreros en forma de ciento noventa centímetros, rubios como el trigo y de ojos azules como el cielo.
Bueno, seguimos con la batalla, jejeje
No se en que kilometro se cruzan los dos guerreros, Pablo lleva buen paso y su cara muestra una gran sonrisa, eso es buena señal ya que aun queda mucho.
Las molestias en la cadera empiezan a aparecer, seguro que ya no se irán, quieren quedarse y ser las grandes animadoras de la batalla, aunque demasiado tarde, ya que obligan al guerrero a pararse por primera vez a pocos kilómetros de la llegada, y encima tiene la compañía del joven guerrero que le ha dado caza.
La marcha se hace siempre cerca del mar y si no llega a ser por su huida a tierras de Asia, la pequeña sirenita seria testigo de sus pasos.
La conversación con Pablo empequeñece las molestias aunque a veces han de detener la marcha por completo, ya que son como pequeñas lanzas clavandose en la cadera.
Posteriormente y a falta de pocos kilómetros de la llegada se detienen nuevamente, en esta ocasión es Pablo el que en forma de pequeñas molestias en el estomago paga el esfuerzo de las horas de continuo esfuerzo.
CAPITULO VI. La conquista.
Al final y como gladiadores que luchan contra los elementos son recibidos como héroes, en una larga recta, durante trescientos metros las molestias desaparecen, el ritmo se incrementa, y el viejo guerrero susurra; "NO SE PUEDE ENTRAR ANDANDO, HAY QUE CORRER Y ENTRAR COMO VENCEDORES".
No sin esfuerzo así lo hacen, la sonrisa llega de una oreja a otra, los cansados brazos se levantan, sus miradas se disparan a todos sitios, borrachos de gloria se abrazan y se sienten ganadores,
son FINISHER!!!!
Para uno, es su primera gran batalla, habrán mas.
Para mi, que he luchado en otras tierras Lanzarote, Niza, Elba, Ironcat, es la recompensa a un año duro, de una gran lucha interna, con una batalla perdida en tierras catalanas alli por Mayo, una dolencia no puede amagar un dulce como este..... a cambio he aprendido que no merece la pena tanto dolor para esta recompensa.
De momento, un buen descanso servirá para olvidar las ganas de batalla, eso si, seguramente la batalla se trasladara a otros elementos; agua, carretera... Ya se vera, al fin y al cabo soy un GUERRERO y he nacido para la lucha.
GRACIAS A TOD@s!!!!